El jengibre molido es una especia versátil que a menudo queda eclipsada por sus homólogos más atrevidos, como la canela y la nuez moscada, pero aporta una sutil calidez y complejidad tanto a platos dulces como salados. Si bien muchos cocineros caseros optan por el jengibre fresco, la versión molida ofrece ventajas únicas para hornear y ciertas cocinas, lo que la convierte en una valiosa adición a cualquier gabinete de especias.
¿Qué es el jengibre molido?
El jengibre en sí se origina en el rizoma, un tallo de una planta subterránea, y pertenece a la familia Zingiberaceae, que incluye más de 1300 especies de jengibre en flor. Originario del sudeste asiático, particularmente de Indonesia, Malasia, Filipinas y Singapur, el jengibre se ha utilizado en la cocina y en la medicina tradicional durante casi 5.000 años. Actualmente, India produce alrededor de un tercio del suministro mundial de jengibre.
El jengibre molido se crea secando y pulverizando jengibre fresco hasta obtener un polvo fino. Su sabor es potente pero más suave que el del jengibre fresco, lo que lo hace ideal para recetas en las que se desea una distribución de especias más suave y consistente.
Compra y almacenamiento
El jengibre molido está ampliamente disponible en las tiendas de comestibles y en los mercados internacionales. Busca un color beige, ya que indica frescura. Guárdala en un lugar fresco y seco, lejos de la luz solar directa, al igual que otras especias. Si bien el jengibre molido puede durar hasta dos años, la mejor manera de evaluar la frescura es por su aroma. Un olor fuerte indica potencia; si el olor es débil, la especia ha perdido su sabor.
Cómo cocinar con jengibre molido
El jengibre molido brilla en productos horneados y aplicaciones dulces. Los expertos sugieren que suele ser superior al jengibre fresco en postres donde una textura suave es clave, como las natillas o el pastel de calabaza. Agrega un toque cálido y sutil a delicias como pastel de calabaza, brownies e incluso café con leche casero con especias de calabaza.
Si bien el jengibre molido se puede utilizar en platos salados, carece de la frescura picante de su contraparte cruda. Funciona bien en adobos, sopas y aderezos para ensaladas, pero el jengibre fresco sigue siendo la opción preferida en muchas cocinas asiáticas.
“Si preparo comida china, siempre uso jengibre fresco. ¡Preferiría no hacerlo si todo lo que tengo es jengibre molido!” – Genevieve Yam, experta culinaria.
Tener a mano jengibre molido y fresco proporciona la máxima flexibilidad. Congelar jengibre fresco es una forma eficaz de prolongar su vida útil, pero tener la variedad molida garantiza que siempre estará preparado para el antojo de hornear.
En definitiva, el jengibre molido es una especia valiosa que merece más reconocimiento en la cocina. Su sutil calidez y facilidad de uso lo convierten en un complemento perfecto para una amplia gama de platos, proporcionando un aroma reconfortante y un perfil de sabor único.


























